
Otra vez, una misma pelea.
Ni siquiera sé si vale la pena,
pero tengo ganas de probar
si la suerte me va a acompañar
de una puta vez o si es un mito más...
No me vi, me tomé por sorpresa.
Arranqué, y bajé la cabeza.
Manejaba un triciclo prestado,
me la puse contra una pared.
Y ahora tengo un pedal en la mano,
el manubrio quebrado, me lastimé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario